¡A la rica….castaña!
Qué agradable sensación la que se tiene desayunando un humeante café con leche mientras hojeas la prensa con las noticias frescas del día. Pero la vida de estos periódicos es corta, 24h nada más y pasan a ser historia, su contenido se queda obsoleto…. ¿y ellos?
Tras un pequeño descanso en los últimos meses, Segunda Oportunidad vuelve con nuevas utilidades de objetos. Espero que te gusten las nuevas historias que te voy a contar.
En esta ocasión te voy a hablar de una segunda oportunidad que se le da a los periódicos viejos, entre las numerosas que tiene. Como he comentado un poco más arriba, en lo que a su primer uso se refiere, se tratan de elementos que tienen la vida muy corta, tan sólo de 24h, ya que su contenido se queda obsoleto dejando paso a las nuevas noticias que se generan a diario. Pero que su contenido no sea de interés no quiere decir que el propio objeto en sí no lo sea.
Es otoño, hace frío, es tiempo de conservas, los jardines y parques están cubiertos con hojas marrones caídas de los árboles y cada vez son más numerosos los paseos con lluvia vestidos con botas de aguas. Llegan los primeros fríos del otoño y con él hacia finales de octubre empiezan a aparecer los puestos de las castañeras, castañas calientes, dulces castañas para combatir el frío.
Foto vía El Castañero de León.
¡Castañas asadas!…huele a invierno. El olor a castañas asadas poco a poco va impregnando los rincones de las ciudades. Uno de los alimentos más típicos de las fiestas navideñas, nutritivo y con alto valor energético. Metidas en los tradicionales cucuruchos de papel de periódico. Todo un clásico.
Foto vía Alba Juanola.
Foto vía Pueblos de España.
Foto vía Pueblos de España.
Pero ¿por qué en papel de periódico? Debido a las fibras con las que está fabricado, aísla perfectamente, no permite ni la entrada de frío, ni la salida de calor, de esta forma conserva el calor producido. A la vez que comes las castañas se te calientan las manos.
Fotos vía Baballa.
¿A cuántos de nosotros el olor a castañas asadas aún nos da un pellizco en la memoria? Estoy segura de que más de uno lo siente.
Te acercas al fogón donde asan las castañas y el calor que desprende te hace sentirte bien. Te las dan calientes y al coger el cucurucho de papel entras en calor e intentas no quemarte, con un brazo aguantas el cucurucho, con cuidado para que no se caiga mientras pelas las castañas con las manos. A medida que las vas pelando los dedos se te ponen negros. Su sabor dulce y el calor de la castaña te reconforta todo el cuerpo.
Foto vía Ruraloo blog | Foto vía Recetas de cocina casera blog.
Yo el otro día no pude evitar pararme a comprar un cucurucho y darme el gusto de comer unas cuantas y comprobar lo ricas y sabrosas que siguen estando. Son un clásico del invierno. ¿Te apuntas a entrar en calor?
Qué alegría volver a leer nuevos artículos de «Segunda Oportunidad» y descubrir los entresijos de esos nuevos usos de las cosas…
Felices de que te guste el hecho de que Segunda Oportunidad vuelva a estar en activo contando nuevas historias, ¡qué ilusión! 😀 ¡¡Muchas gracias gorka!!